¿Cómo ayuda el magnesio a los niños con déficit de atención e hiperactividad?
Muchos estudios afirman que la alimentación, y particularmente el consumo de algunos micronutrientes, puede modificar los síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
En nuestra experiencia como especialistas en inmunonutrición, hemos visto cómo a través de una alimentación antiinflamatoria específica para cada persona, muchos de los síntomas del TDAH o manifestaciones mejoran.
A continuación, te explicaremos el papel del magnesio en el TDAH además de otros minerales y vitaminas pueden ayudar a mejorar los síntomas de esta condición.
¿Qué es el magnesio?
El magnesio es un mineral esencial en nuestro cuerpo, siendo uno de los más abundantes después del calcio, el fósforo y el potasio.
Se encuentra principalmente en los huesos, músculos y en la sangre.
Este mineral es utilizado por nuestro cuerpo para llevar a cabo múltiples tareas, como la producción de ADN, la síntesis de proteínas que ayuda para que crezcan los músculos y huesos, también permite una adecuada generación de energía celular, entre otros.
Sobre todo, es vital para que ocurra una adecuada comunicación entre las neuronas, por ello se ha vuelto tan necesario (y popular) consumirlo en suficientes cantidades e incluso utilizar suplementos de magnesio.
Funciones del magnesio
El magnesio es esencial para el funcionamiento de nuestro organismo, pues participa en múltiples funciones, entre las cuales destacan las siguientes:
- Contribuye a la regulación de la comunicación entre neuronas, evitando la sobreestimulación del cerebro.
- Contribuye a mantener niveles de energía adecuados dentro del sistema nervioso.
- Participa en la síntesis de serotonina, un neurotransmisor de suma importancia para la regulación del apetito, el sueño y la ansiedad, entre otras funciones.
- Regula la contracción y relajación muscular, ayudando a evitar calambres y dolores musculares.
- Contribuye al mantenimiento de huesos y dientes, evitando que pierdan su dureza.
- Participa en la regulación de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, manteniendo una buena función cardiovascular.
Deficiencia de Magnesio:
Actualmente, existen estudios que asocian la deficiencia de magnesio a alteraciones de capacidades cognitivas como:
- Una disminución en la capacidad de concentrar la atención en una tarea.
- También se asocia a un incremento de la agresividad, irritabilidad y fatiga que muchas veces se observa en personas con déficit de atención.
- Además podría causar dolor de cabeza (en forma de migraña).
Magnesio para niños con déficit de atención: ¿mejora los síntomas?
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH o ADHD por sus siglas en inglés), también llamado simplemente trastorno por déficit de atención (TDA), es una condición neurológica caracterizada por dificultad para mantener la atención, aumento de la impulsividad y dificultad para regular las emociones.
Los principales síntomas del TDAH son:
- Dificultad para mantener el foco de atención
- Dificultad para organizarse
- Procrastinación
- Tendencia a olvidar con facilidad
Aunque las asociaciones de pediatría o neurología aún no han creado una recomendación formal sobre una dieta específica que deba seguirse para mejorar los síntomas del TDAH en niños, nuevas investigaciones y la experiencia de muchos padres sugieren que cambios en la alimentación podrían tener un efecto positivo en personas con TDAH.
Entre los cambios claves se recomienda: evitar colorantes artificiales y azúcares excesivos, seguir el protocolo 3R y una suplementación adecuada con nutrientes esenciales como el magnesio logran cambios positivos en los niños.
En múltiples estudios se ha determinado que existe una relación entre la deficiencia de magnesio o niveles bajos de este mineral y la aparición de TDAH en niños.
En un estudio realizado en 2016 se determinó que hasta un 72% de los niños con TDAH tienen un déficit de magnesio.
Otro estudio del 2020 describió disminuciones en los niveles de magnesio en niños con TDAH y también en niños con trastornos del espectro autista (TEA).
Así mismo, existen varios estudios que sugieren que aumentar el consumo de magnesio en niños con TDAH ayuda a mejorar sus síntomas.
En conclusión, existe evidencia científica que demuestra que los niños con TDAH tienen menores niveles de magnesio que los niños sin TDAH, y por eso es necesario utilizar suplementos de magnesio para que sus síntomas o manifestaciones mejoren.
¿Cómo puedo aumentar mi consumo de magnesio?
La mejor manera de tener un consumo de magnesio suficiente para los requerimientos es teniendo una alimentación balanceada, que incluya alimentos ricos en este mineral, siempre considerando las sensibilidades alimentarias y la capacidad digestiva de cada quien.
A continuación te dejamos una lista de alimentos con altos niveles de magnesio:
- Vegetales de hojas verdes, como el berro y la espinaca.
- Frutos secos y semillas, como las nueces, semillas de calabaza y de girasol. Recuerda que puedes activar los frutos secos para potenciar sus beneficios.
- Productos lácteos de cabra, oveja o búfala, pues causan menos reacciones de sensibilidad que la leche de vaca y contienen una cantidad similar de magnesio.
- Legumbres, como los frijoles y lentejas. Especialmente si germinas tus legumbres, pues esto hace que los minerales como el magnesio sean más fáciles de absorber.
- Palta o aguacate.
- Frutos rojos, como la mora y el arándano.
Recuerda que si comes alimentos que no puedas digerir bien o tu cuerpo vea como enemigos, estamos estimulando reacciones de inflamación que generan intestino permeable y múltiples deficiencias nutricionales.
También existen múltiples tipos de suplementos alimenticios que contienen magnesio, y de ser necesario, tu especialista puede indicar su uso con el fin de prevenir las deficiencias de este mineral.
Efectos secundarios del consumo de magnesio
El consumo de magnesio dentro de la dieta es usualmente bien tolerado. Es difícil consumir una dosis de magnesio lo suficientemente alta a partir de los alimentos como para causar efectos adversos.
Sin embargo, algunas formulaciones de suplementos de magnesio (como el oxalato o cloruro de magnesio) se asocian a efectos adversos, como cólicos, náuseas y diarrea, cuando se toman en cantidades elevadas.
Por ello, es recomendable utilizar formulaciones como el citrato de magnesio o el glicinato de magnesio, que no suelen asociarse a este efecto adverso.
También es importante tener en cuenta las dosis diarias recomendadas según la edad, de manera que no se exceda la misma, pues tomar una dosis mayor que las recomendadas podría causar efectos secundarios.
En la siguiente tabla puedes ver las dosis recomendadas en niños y adolescentes según su edad:
Adaptado de la hoja informativa con datos sobre el magnesio de la Oficina de Suplementos Dietéticos del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos.
Otros alimentos y suplementos que ayudan a mejorar los síntomas del déficit de atención
Existen otros alimentos, vitaminas y minerales que se han estudiado para mejorar los síntomas del TDAH en niños y adultos. Algunos de ellos son:
- Ácidos grasos esenciales, como el omega-3. Algunas fuentes de estas grasas saludables son los pescados grasos (como el salmón y las sardinas), las nueces y las semillas de chía, entre otros.
- Hierro, que puede obtenerse de las carnes rojas, los vegetales de hojas verdes y las legumbres, principalmente.
- Vitamina D, que es abundante en las yemas de huevo y en los pescados grasos.
- Vitamina B6, que puede obtenerse de los huevos, carnes rojas y blancas, y pescados grasos.
- Selenio, que se consigue en carnes rojas, pescados, algunos frutos secos (como los piñones), huevos, entre otros
- Zinc, presente en las carnes, chocolate negro, huevos y semillas de calabaza.
- Vitamina C, que es abundante en las frutas cítricas (como la naranja y los pomelos o toronjas) y en los pimientos.
Según una publicación de la Academia Americana de Pediatría, el consumo de varios micronutrientes usualmente es más efectivo que consumir un único mineral o vitamina, pues el efecto de un mineral puede potenciar el de otro.
Por ello, lo más recomendable es que se obtengan estos nutrientes de la alimentación y no con suplementos aislados.
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